Un velero aparece encallado en la bahía de Port de la Selva sin tripulantes
Los propietarios habían pasado la noche en el barco de unos amigos, fondeado también en la misma bahía.
Un velero tuvo que ser rescatado ayer en la bahía de Port de la Selva después de que quedara encallado en la playa. Los tripulantes lo fondearon en la bahía y se pusieron a dormir en el velero de unos amigos que también se encontraban en la bahía. Salvamento Marítimo se encargó de remolcarlo hasta el puerto. Salvamento Marítimo recibió una llamada de la Guardia Municipal de el Port de la Selva alrededor de las siete y media de la mañana que había un velero, de ocho metros de eslora francés, encallado delante de la playa de la Ribera de la población. En la zona en aquel momento soplaba fuerte viento de tramontana. Rápidamente, según fuentes de Salvamento, se activó la Salvamar lnilám, que comprobó los hechos y se acercó hacia la embarcación.
Al encontrarse tan cerca de la playa no pudieron acceder al velero. Cuando pudieron comprobaron si había tripulantes y vieron que estaba vacía, se inició una búsqueda y pudieron encontrar al patrón, que estaba en otro velero de la zona. Salvamento Marítimo inició el operativo de rescate y a lo largo de la mañana hicieron el traslado del barco hasta la zona del puerto para que se pudiera hacer cargo el responsable. El regidor de Gobernación de el Port de la Selva, Roger Pinart, explicó que se trataba de unos ciudadanos franceses que habrían fondeado el velero durante la noche en la bahía. En vez de quedarse en su interior se trasladaron al de unos amigos que se encontraban también muy cerca para pasar la noche.
Entrada de tramontana
La entrada de tramontana hizo que la ancla se desenganchara del fondo y el barco acabó a la deriva y se encalló a tocar en la playa. “No ha quedado muy clavado de la quilla”, dice Pinart, y esto permitió que el traslado a puerto fuera muy rápido.
El regidor pone de manifiesto que a menudo los que llegan en barco optan evitar pagar y prefieren anclarlo en la bahía pero no se dan cuenta del peligro cuando sopla tramontana. Por eso cada año han de rescatar embarcaciones que se encuentran en situaciones similares.
Este verano es la segunda vez que se ha de remolcar un barco. El primero fue hace unas semanas con la entrada de una tormenta. Fue a la deriva en la misma zona y también con la llegada del viento. El año pasado fueron diversos los barcos que sufrieron accidentes. En uno de los casos se hundió en la bahía.
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