La salud de los océanos, en riesgo por el choque de intereses en alta mar
Los países difieren sobre cómo gestionar esas aguas: ¿son un patrimonio mundial que debe protegerse o una fuente de recursos de libre acceso?
La salud de los océanos está amenazada por el choque de intereses, el vacío de información y la descoordinación para regular las actividades en alta mar, según expertos internacionales reunidos hoy en Francia.
«Estamos lejos de saber todo lo que hay en las zonas marinas fuera de las jurisdicciones nacionales», dijo David Johnson, coordinador de la Iniciativa Global de la Biodiversidad de los Océanos (GOBI, por sus siglas en inglés), una asociación de más de 40 instituciones.
Se refería así al espacio que se extiende a partir de 200 millas náuticas desde la costa y que, a diferencia de las zonas económicas exclusivas de los países, ninguna nación en particular gobierna por sí sola.
La localidad francesa de Boulogne-sur-Mer, en el norte y junto al Canal de la Mancha, acogió ayer una conferencia dentro del programa «Océanos Comunes», de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF).
El objetivo era profundizar en el modo de mejorar la protección de la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos marinos en alta mar. Esas áreas, que comprenden tanto la columna de agua como el fondo marino, representan el 40% de la superficie del planeta y el 62% de la de los océanos.
«El debate actual gira en torno a la recogida de datos, la coordinación, los recursos financieros, el refuerzo del cumplimiento de la ley y el conocimiento de esas zonas», destacó Johnson.
Los expertos coincidieron en que faltan acciones más integradas ante las numerosas actividades que se desarrollan en aguas internacionales, desde la pesca hasta la navegación, la minería, las comunicaciones por cables submarinos o la investigación científica.
El año pasado, la Asamblea General de la ONU dio luz verde a la negociación de un nuevo acuerdo «unificador» y legalmente vinculante a nivel internacional que sirva para garantizar la biodiversidad y la gestión sostenible de los recursos en alta mar.
Las áreas de alta mar representan el 40% de la superficie del planeta
Actualmente las áreas en alta mar, en su mayoría gestionadas por organizaciones regionales de ordenación pesquera, están amenazadas por la contaminación, la sobreexplotación y el cambio climático, entre otros factores.
Para Biliana Cicin-Sain, presidenta del Global Ocean Forum, una organización internacional sin ánimo de lucro, los países «tienen opiniones diferentes sobre lo que debe hacerse» con esas aguas, consideradas por algunos como patrimonio mundial que merece ser protegido y por otros como fuente de recursos de libre acceso.
Algunos consideran las aguas de alta mar como patrimonio mundial que debe protegerse y otros, como una fuente de recursos de libre acceso
En su opinión, hace falta incrementar la capacidad de los Estados y otros factores para cumplir los acuerdos, promover la cooperación, desarrollar leyes a nivel nacional e impulsar la creación de instituciones como agencias, universidades y órganos regionales.