La importancia de los reconocimientos médicos en buceo y en actividades subacuáticas profesionales

25/10/2019
MESDEMAR

La Importancia de los controles de salud en actividades subacuáticas.

El desarrollo de cualquier actividad profesional en un medio hiperbárico o subacuático, debe tener en cuenta las condiciones psico-físicas de los buzos, para garantizar el éxito de cualquier operación.

El hecho de realizar una inmersión, independientemente del tipo de buceo que se lleve a cabo, implica una serie de adaptaciones en la fisiología del cuerpo humano. Esto se debe fundamentalmente a dos factores: el primero es el aumento de la presión ambiente y de la densidad en el medio acuático; el segundo unos cambios de volumen y presiones parciales de los gases respirados.

Estas condiciones generan un aumento de los requerimientos, principalmente del aparato cardiovascular y respiratorio, que exigen que no haya enfermedades o alteraciones previas en estos trabajadores que pudieran impedir o dificultar dichas adaptaciones.

Básicamente, esto es lo que se trata de establecer en lo que se denomina reconocimiento médico inicial o previo al inicio de la actividad subacuática, es decir, se busca descartar la existencia de alteraciones que puedan suponer una contraindicación para adaptarse a estas exigencias que conlleva el medio hiperbárico y/o subacuático.

Existen alteraciones de tipo absoluto que imposibilitan cualquier actividad subacuática y las hay relativas, siendo aquí donde ya empiezan las diferencias entre el buceo profesional y otros tipos de buceo.

Es evidente que la práctica del buceo como actividad laboral, a diferencia del recreativo, el militar e incluso del científico, tiene unas características propias que justifican que quienes la realizan deban tener un estado de salud y normalidad funcional que evite posibles complicaciones y riesgos, tanto para su salud como para su seguridad y la de terceros. Dicha “normalidad” en cuanto al estado de salud del buzo, debe ser convenientemente acreditada mediante la expedición de un certificado médico.

El buceador profesional habitualmente realiza trabajos similares a los que se efectúan en tierra, con los riesgos propios de cada uno de ellos – como soldadura o construcción – a los que hay que añadir los riesgos específicos de llevarlos a cabo bajo el agua, con las condiciones cambiantes en lugares como puertos, centrales térmicas, depuradoras, expuestos al frío o las corrientes.

Por tanto, entra aquí la figura de la Prevención de Riesgos Laborales y las obligaciones que establece en su apartado de vigilancia de la salud para cualquier trabajador.

Y este concepto, el de vigilancia de la salud, está íntimamente ligado a la propia actividad en sí misma. Una misma patología (por no decir simplemente una alteración fisiológica) puede condicionar que un trabajador no sea apto para una actividad y sí para otras.

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