El Gobierno crea un área marina protegida para el corredor de cetáceos en el Mediterráneo
Con la declaración se pone fin a nuevas prospecciones y a la actividad extractiva de hidrocarburos entre la costa catalana y valenciana, y el archipiélago balear, destaca la ministra Teresa Ribera
La mayor parte de la franja marítima comprendida entre la Comunidad de Valencia, Catalunya y Baleares quedará vetada a la investigación y la exploración petrolera. El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica, ha aprobado un real decreto por el que se declara área marina protegida el corredor de migración de cetáceos que discurre entre la Península y Baleares. El veto persigue muy especialmente prohibir la realización de sondeos acústicos con cañones de aire comprimido y otros sistemas que causen contaminación acústica. Asimismo, en el área delimitada quedarán prohibidas las actividades extractivas de cualquier tipo que no estén en vigor actualmente.
Para reforzar su conservación, la zona se incluirá en la Lista de Zonas Especialmente Protegidas de Importancia para el Mediterráneo (Lista ZEPIM), dentro del Convenio para la Protección del Mar Mediterráneo contra la contaminación, conocido como Convenio de Barcelona.
Estas aguas presentan un gran valor ecológico y constituyen un corredor de migración de cetáceos de vital importancia para la supervivencia de los cetáceos en el Mediterráneo Occidental.
El objetivo inmediato de la medida es evitar los efectos dañinos que ocasiona el ruido submarino sobre una gran diversidad de especies de cetáceos y tortugas marinas que usan la zona como paso migratorio hacia sus áreas de cría y alimentación en el norte del Mediterráneo.
El citado corredor no sólo es un valioso pasillo marítimo para el rorcual común, sino que también es el hábitat y la zona de alimentación para otras numerosas especies de cetáceos, como cachalote, delfines y especies de cetáceos buceadores de gran profundidad como el calderón gris, el calderón común y el zifio de Cuvier. También se verán favorecidas la tortuga boba y diversas especies de aves.
El Ministerio fija a la par un régimen de protección preventiva. Así, se prohíbe usar sistemas destinados a la investigación geológica subterránea (ya sea por medio de sondas, por aire comprimido, por explosiones controladas o mediante perforación subterránea). También se impedirá cualquier tipo de actividad extractiva de hidrocarburos, salvo aquellas relacionadas con permisos de investigación o explotación que estén en vigor.
Sin nuevas prospecciones en esta zona
“Con esta declaración se pone fin a nuevas prospecciones y a cualquier tipo de actividad extractiva de hidrocarburos” en esta zona, explicó la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. La ministra anunció además que revisará las solicitudes de los proyectos de investigación presentados así como las concesiones vigentes.
El veto persigue muy especialmente prohibir la realización de sondeos acústicos, procedimiento habitualmente usado por las empresas de servicios petroleras. Para hacer estos sondeos, se emplea una embarcación especial con cañones de aire comprimido que emiten ondas acústicas (con el fin de elaborar un mapa 3D de las formaciones rocosas susceptibles de albergar el crudo).
El problema es que estos ruidos pueden ocasionar daños fisiológicos irreversibles y pérdidas de audición a los cetáceos, así como el enmascaramiento de sus propios sonidos (fundamentales para su alimentación, reproducción y orientación).
Con esta declaración, España se acerca al 13% de sus aguas marítimas protegidas, porcentaje situado por encima del objetivo fijado en las Metas de Aichi del Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, en el que se establece que en el año 2020 al menos el 10% de las zonas marinas y costeras deben estar protegidas.
“Esto nos sitúa como uno de los países mediterráneos con más superficie marina protegida”, apunta Teresa Ribera.
La zona comprende la totalidad del espacio marino, incluidas las aguas en las que está integrado, el lecho, el subsuelo y los recursos naturales. El corredor protegido se extiende por el norte, dentro de las aguas de soberanía española a la altura del Cap de Creus, en Girona, hasta el Cabo de la Nao, en Alicante, por el sur.
ANTONIO CERRILLO, Barcelona
29/06/2018 22:11 | Actualizado a 30/06/2018 02:09