Se trata de un fenómeno que en los últimos meses ha ido en aumento a una velocidad vertiginosa. En apenas cinco o seis meses el índice de mortandad de este macroinvertebrado, auténtico dueño y señor de los fondos submareales rocosos de Canarias, y el responsable de los blanquizales (que es como se denomina a los fondos rocosos que han perdido su cobertura vegetal y animal por la acción raspadora de altas densidades de estos erizos, tal y como lo definen los biólogos) está siendo fulminado.
En ese breve espacio de tiempo su desaparición como por ensalmo, ronda ya el 95% de la población, cuando solo en abril, el índice de mortandad se elevaba al 50%, según explica Rafael Mesa, instructor de buceo, naturalista y estudioso del fenómeno, que lleva años limpiando de erizos el litoral de la isla, con campañas de concienciación, para evitar la sobrepesca y la contaminación, a través del Club Pastinaca.
Desde su punto de vista «el origen de la altísima mortandad que está afectando a esta especie no se conoce a ciencia cierta».
Mesa, precisa que él no es biólogo y por lo tanto habría que consultar a los expertos para que realicen un análisis más detallado de qué es lo que está sucediendo, pero la realidad es que a día de hoy el erizo Diadema está siendo absolutamente eliminado».
Una de las teorías:
A su juicio, y tras estudiar el comportamiento de la especie durante décadas, un indicio puede estar en que el agua se encuentra a una temperatura inusual, muy por debajo de la habitual a estas alturas del año. «Puede influir esta anomalía térmica», explica. «En agosto no es normal que el agua esté a solo 20 grados y unas pocas décimas y el hecho de que el agua esté tan fría es lo que podría haber favorecido que algún virus o bacteria haya encontrado el caldo de cultivo para su desarrollo, llevando a la aniquilación materialmente a este especie tan dañina para los fondos marinos canarios».
«De continuar esta dinámica -escribe Mesa en su cuenta de Facebook- se alcanzarán porcentajes cercanos al 100% de muertes. Ningún cambio tan brusco como este es bueno para el ecosistema, ahora, al desaparecer millones de erizos que exterminan las algas, estás van a experimentar un afloramiento masivo que a medio plazo, generarán problemas como un desarrollo de algas descontrolado...».
«Casos parecidos han tenido lugar en el Caribe y Maderia, en el caso del Caribe el 99% de la población desapareció y su recuperación ha sido lenta...», explica. También señala «la culpa de todo lo que pasa es nuestra, lo importante es conservar el ecosistema», «el furtivismo, la pesca profesional y deportiva sin control y la contaminación, mantienen a las comunidades de peces al borde de la desaparición».