El agua caliente almacenada bajo el Ártico pone en peligro todo el casquete polar
El cambio climático y los vientos árticos han desplazado una masa de agua calentada por el suelo debajo del hielo y el agua del Polo Norte y podrían acelerar su fusión.
La capa de hielo del océano Ártico no se ve amenazada solo por la fusión de sus orillas. Según han descubierto unos científicos de la Universidad de Yale, los Estados Unidos, una masa de agua caliente formada a centenares de quilómetros de distancia se a abierto paso hasta el interior del océano. Actualmente se encuentra atrapada debajo la superficie pero, si llega arriba, podría fundir todo el casquete polar del norte de nuestro planeta.
En el artículo donde explican la búsqueda que llevaron a término, publicado en la revista “Science Advances”, el equipo de Yale afirma que ha detectado un gran calentamiento del agua en una de las principales cuencas del océano Ártico, la cuenca de Canadá. Durante los últimos 30 años, su contenido calorífico se ha multiplicado por dos, y según parece el origen de esta agua caliente es a centenares de quilómetros, al sud, donde la reducción de la capa de hielo ha dejado el agua de la superficie más expuesta a la luz del sol. Los vientos del Ártico, además, están desplazando esta agua caliente hacia el norte pero por debajo de la superficie.
Así, los efectos del deshielo del hielo de alrededor del Polo Norte no solo está afectando a los extremos del casquete polar sino que, sin que se vea, está llegando al interior del océano, casi en su centro, y esto puede hacer que el deshielo deje de limitarse al verano y continúe hasta en invierno. Ahora mismo, todo este calor se encuentra atrapada debajo la superficie. Si consigue subir, sería suficiente para deshacer totalmente la capa de hielo que cubre esa zona del planeta durante todo el año.
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