Científicos de todo el mundo quieren proteger los fondos marinos de la explotación minera

23/07/2018

Un equipo propone a la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos nuevos criterios para proteger la biodiversidad de estas zonas, amenazada por la explotación en busca de minerales.

Un equipo de científicos de todo el mundo ha desarrollado una serie de criterios exhaustivos para ayudar a la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos a proteger la biodiversidad de estas zonas casi desconocidas del planeta, que se encuentra amenazada por las actividades mineras en el lecho marino.

Estas guías tienen el objetivo de identificar áreas que tengan una importancia medioambiental remarcable y donde, por tanto, no se habrían de permitir prospecciones de ningún tipo. Su propuesta es una lista de 18 métricas cuantitativas que pueden dar una idea de si el número, la forma, la medida y la localización de las zonas propuestas son suficiente como para asegurar el bienestar de los hábitats y las especies que puedan encontrarse amenazadas por la instalación de una explotación minera, como las especies de crustáceos que viven cerca de las fumarolas submarinas y que podrían correr un grave peligro los lugares donde viven, ricos en minerales, comienzan a ser objeto de la actividad de empresas de extracción.

A día de hoy, hay áreas cerca de fumarolas activas en fosas oceánicas donde se han dado permisos de exploración para la minería. Como que las actividades aún no han comenzado, los científicos consideran que aún se pueden implementar planes de protección del medio ambiente.

Esta tarea tendría que ir a cargo de la Autoridad Internacional del Fondo Marino, que fue creada en el 1982 a partir de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que es el organismo responsable de revisar todas las solicitudes de explotaciones mineras en aguas que se encuentran fuera de la jurisdicción de los Estados y que también se encarga de poner en marcha planes de gestión ambiental en estas zonas. El objetivo de este estudio, publicado en la revista “Science Advances” es, precisamente, dar a l’AIFN unas bases sobre las cuales trabajar y desarrollar una red de áreas donde cualquier actividad de este tipo habría de estar prohibida. Es por eso que recomienda hacer servir las métricas que se desarrollan en el trabajo para identificar estas áreas. Actualmente, entre el 30 y el 50% del territorio de cada región bajo la Autoridad de l’AIFN se encuentra protegida, pero esta guía podría ser muy útil a la hora de determinar precisamente cual ha de ser su alcance. Para prolongar su utilidad, además, la propuesta también tiene en cuenta los cambios que puedan tener lugar en el fondo marino durante los próximos 100 años, especialmente a causa del cambio climático, como variaciones en la acidez, la temperatura y las concentraciones de oxigeno y dióxido de carbono.

Uno de los retos más grandes a la hora de hacer este estudio fue la gran cantidad de cosas que se desconocen sobre la biología del fondo marino, razón por la cual los científicos responsables hicieron suposiciones y fueron cuidadosos a la hora de establecer que tipos de hábitats y de vida marina podía haber en aquellas profundidades, para asegurarse que las zonas a proteger recomendadas eran, en el peor de los casos, más grandes de las necesarias , y nunca más pequeñas. Los científicos formaron parte de un equipo de más de 80 personas que también incluían abogados, mineros y legisladores para poder conseguir un resultado que permita establecer planes de gestión ambiental antes del inicio de las exploraciones mineras que ya han sido autorizadas.

 

Fuente: elmon.cat